Concurso para la Cobertura de Cargos Directivos


"Sin título"

El 30 de junio los miembros de Consejo fuimos citados por la Señora Ministro y, entre otros temas, se nos informó de la intención de convocar a concurso para la cobertura de cargos directivos. El día 1° de julio presenté al Consejo un documento base (inspirado en el Estatuto Docente) para trabajar sobre el mismo en el debate y la discusión previa a la elaboración del proyecto de convocatoria. Asimismo presenté el siguiente perfil de directivos que elaboré basándome en experiencias vividas a lo largo de la carrera docente:


DEL PERFIL DE LOS DIRECTIVOS

DE LA FORMACIÓN

El directivo debe haber tenido formación y carrera docentes. Debe asimismo haberse capacitado en forma permanente a lo largo de su carrera en temas pertinentes.

Es imprescindible que conozca la normativa vigente, la respete y vigile por la contracción a la misma.

Es deseable que pueda hacer uso de la tecnología de la información y la comunicación para utilizarla en beneficio de su función y estimular a sus colaboradores para el uso de los medios electrónicos en forma cotidiana.

DEL ACOMPAÑAMIENTO PEDAGÓGICO

El directivo debe prestar apoyo y acompañamiento pedagógico a los docentes de su institución, siendo respetuoso de los tiempos y los espacios de docentes y alumnos. Su presencia debe ser habitual en las aulas con sugerencias y aportes respetuosos, sin desautorizar al docente (golpear la puerta, pedir la autorización protocolar y ubicarse en lugar discreto, sin alterar el normal desarrollo de la clase). Debe asimismo ser versátil y capaz de aceptar otros caminos, diferentes a los que él aplicaría, para acompañar al alumno en la adquisición del conocimiento. Antes de querer imponer su criterio, debe preguntarse si el procedimiento criticado no ofrece iguales o mejores resultados que el suyo propio. Debe, en definitiva aceptar la creatividad y la innovación.
Analizará la planificación de los docentes. Comprobada su pertinencia, hará seguimiento de los logros y fracasos. Es importante que establezca un diálogo enriquecedor con el docente sobre dichos resultados. Debe estimular los aciertos y acompañar al docente en el análisis y la reflexión sobre los fracasos para poder revertirlos.

Llevará, en forma actualizada, el registro de su presencia en las aulas, y en la carpeta, cuaderno o ficha de actuación de cada docente consignará las observaciones de las clases. Las mismas serán parte del material de consulta para la elaboración del concepto y documento de la historia laboral del docente.

Toda esta labor será llevada a cabo en un clima de amabilidad y respeto mutuo.

DEL ASPECTO SOCIO-AFECTIVO

Un directivo debe tener un grado importante de estabilidad emocional, ya que se desenvuelve en un mundo laboral cuya materia prima son seres humanos en una etapa de notoria vulnerabilidad: niños y jóvenes en etapa de fuertes cambios y gran permeabilidad. La generación de grandes ansiedades o tensiones en este ámbito puede hacer peligrar la tarea educativa. El rol del Director debe ser siempre es el de restablecer los equilibrios correspondientes.

Debe combinar la destreza técnica, que es la capacidad de utilizar las herramientas; con la destreza humana, que es la capacidad de trabajar con otras personas, entenderlas y motivarlas.

Es necesario que el Director inspire en aquellos con los que trabaja, credibilidad y confianza. Debe lograr ser respetado y no temido; escuchar para ser escuchado. No debe apelar al grito, al insulto o la descalificación. Debe saber mediar en conflictos, activando el mecanismo del diálogo ante la discusión o la pelea. Procurará ser sensible y contenedor con los miembros de la comunidad educativa, sin llegar a la complicidad. Un error muy común en los directivos es no mantener relaciones con sus subordinados por miedo a perder autoridad. Con esa distancia sólo pierde noción de la realidad cotidiana de sus docentes y empleados, propiciando lecturas erróneas para la futura toma de decisiones.

Su presencia en la formación y en el saludo a los alumnos intentará ser cotidiana.

Dedicará parte de su tiempo para escuchar y atender propuestas y reclamos de padres, alumnos y docentes.

El reclamo o denuncia que involucre a un docente a su cargo, hará necesaria la presencia de éste, estableciendo ante padres y alumnos el necesario respeto al mismo. Ante la falta de un docente que requiera un llamado de atención, el mismo deberá hacerse en privado.

Se involucrará asimismo con la problemática que afecte a la comunidad de su escuela, tomando contacto con el dolor, la enfermedad o la violencia a la que estuviere expuesto cualquiera de sus alumnos, gestionando o colaborando en los paliativos o soluciones.


DE LA TAREA ADMINISTRATIVA

La función del Director es la de crear un conjunto mas allá de las partes. Una institución no es la suma de las partes, sino un todo funcional armónico. La tarea administrativa no puede “comerse” al docente.

Quien detente un cargo directivo será práctico y expedito con las tareas administrativas encomendadas, priorizando siempre su función pedagógica y sus espacios de diálogo con los miembros de su comunidad. Sabrá percibir la urgencia y la importancia de un trámite que afecte a un alumno, un docente o a la calidad educativa (solicitud de cargos, elevación de POF, etc.). Para ello deberá organizar sus espacios y delegar en otros la realización de tareas específicas.

Es de suma importancia que el Director organice su tiempo y esfuerzo dosificando la direccionalidad de su hacer cotidiano y el programado. Una herramienta muy eficaz es el uso racional de la agenda de trabajo, vista ésta no como una suma de citas, compromisos y registros personales mezclados con los del trabajo, sino como un lugar de organización funcional. Una forma práctica es darle prioridad a unas tareas sobre otras, previa evaluación de los requerimientos de las mismas.


DEL PROYECTO INSTITUCIONAL

Definir los objetivos institucionales, las propuestas de acción y las prioridades en la administración de recursos es tarea coordinada por el directivo pero basada en la experiencia, los sueños, el análisis y la reflexión de alumnos, docentes, no docentes y padres de la institución. Estos actores, verdaderos constructores del PEI, deberán estar en permanente contacto con su desarrollo y progreso y participar periódicamente de la actualización del mismo. El PEI deberá ser versátil pero no contradictorio, y de carácter público.